Libro escrito por
David Núñez y Santiago Casal, en donde ofrecen al inversor común, un manual con
sencillos detalles para obtener una mejor rentabilidad y lograr independencia
financiera.
Genera a través del
libro una relación entre la inversión y las guerras por varias metáforas bélicas
que nos ayudara a comprender los objetivos financieros que debe tener un inversor,
evidenciando que en el campo de batalla financiero no gana siempre el que tiene
más medios ni el que es o se cree más inteligente. Para lograr vencer, se
necesitan tres virtudes: la paciencia, la constancia y la disciplina.
“Lo importante es ganar la guerra, no las
batallas. Pero cada batalla es crucial para ganar la guerra.”
Comparto un breve extracto de los primeros 3 capÃtulos
del libro:
CapÃtulo 1. La Guerra financiera asimétrica
(GFA).
La convulsa
actualidad geoestratégica de las ultimas dos décadas ha popularizado el término
<guerra asimétrica>. Puede que la expresión en si reúna la caracterÃstica
de la novedad. No obstante, como concepto, su existencia se remota al principio
de la historia. La historia de la guerra, queremos decir.
La guerra es un
conflicto en donde existe una desproporción entre ambas fuerzas que se
enfrentan, y que para lograr obtener la victoria, te debes centrar en el resultado
final de la guerra y no en sus batallas, utilizando los medios que se
encuentran a tu disposición. Aplicando estos principios al ahorrador/inversor,
no necesita tener un alto conocimiento en economÃa o finanzas, y la victoria se
obtiene en el largo plazo por medio de long position, buy and hold, centrado en
la perseverancia y disciplina constante.
Para el pequeño
inversor, su principal táctica debe centrarse en el comportamiento
disciplinado.
CapÃtulo 2. Enemigos indestructibles, pero
no invulnerables en la GFA.
Los adversarios
a los que se enfrenta el inversor en la cruel y despiadada Guerra Financiera Asimétrica
son virtualmente indestructibles, pero, afortunadamente, no invulnerables. Eso
significa que sus objetivos y metas vienen determinados por la entidad de sus
rivales. Conozca, pues, a sus enemigos lo mejor posible. Averigüe qué es lo que
les mueve, porque de esta manera estará en condiciones de hacerles daño.
Se detallan dos
enemigos que enfrenta un ahorrador/inversor que además provienen de una misma
fuente que son los Bancos Centrales y Gobiernos, uno de ellos es la
inflación y el otro los impuestos. Es importante conocer el
adversario, pero no subestimarlos, de lo contrario el que se vera afectado será
su patrimonio.
La inflación, es como un “impuesto invisible” que corroe el patrimonio del
inversor, disminuyendo el poder adquisitivo. En España desde el año 1999 hasta
el 2017, la tasa media de inflación (IPC) ha sido del 2,23%. El equivalente a
10.000 euros de 1999 tiene un poder de compra al comenzar 2018 de 6.500 euro.
Una perdida de la 3era parte de su valor.
La inflación existe
y destruye el poder adquisitivo. La creación de dinero es un monopolio y
depende de los intereses polÃticos, además de que los gobiernos siempre estás
endeudados “El gobierno es un gastador nato de recursos ajenos y no un
productor de riqueza”.
Como lograr vencer
la inflación, escoger vehÃculos de inversión que superen la inflación como es
la renta variable o inmuebles. Nunca escoger los depósitos a plazos o deudas,
en donde el ahorrador/inversor conservador terminara perdiendo dinero. Ej. El
estado entrega un bono con un interés del 2%, pero existe una inflación del 3%,
al termino del año estará tu patrimonio un -1% menos que cuando facilito su
dinero para comprar el bono.
Impuestos, el objetivo de un polÃtico es ser elegido, y su segundo objetivo es ser
reelegido, por lo que debe acudir al mercado electoral para adquirir votos
vendiendo “promesas electorales”. En gran medida, “una promesa electoral no es
más que un compromiso de pago o redistribución de rentas solo viable mediante
la exacción coactiva de impuestos”.
Como lograr vencer
los impuestos, es escoger vehÃculo de inversión que permita retrasar el pago de
impuestos como puede ser fondos de inversión, de pensiones, o la compra de
acciones que se vendan en el largo plazo.
No podemos
decapitar a estos dos enemigos, la única opción es esquivarlos.
CapÃtulo 3. Mercenarios de la GFA.
Inflación e
Impuestos. Bancos centrales y gobiernos. Enemigos conocidos. Ahora aparecerán
actores. En gran medida van por libre. Son los perros de la Guerra Financiera
Asimétrica. Los Mercenarios. Los “blackwaters” de este conflicto. Esté alerta
porque ellos también son mortales. Mortales para su patrimonio, por supuesto.
El inversor para
poder acceder a los mercados, no lo puede efectuar por si solo, necesita
intermediarios para este proceso, y nunca debemos creer que estos
intermediarios estarán de nuestro lado.
El banco, este mercenario, como se denomina en el libro, tiene mas relaciones con
el gobierno que con el inversor común. Se apoyan mutuamente, en diferentes
etapas de los ciclos económicos. Por lo que debemos olvidar que el banco es un
proveedor de rentabilidad para nuestro dinero. Todos sus productos no están diseñados
para que el ahorrador/inversor común genere rentabilidad, por lo que no se debe
confundir la relación que debemos tener con la banca.
Fondos de
inversión, por medio de estos instrumentos podemos
acceder a diversos activos de inversión, diluyendo el riesgo por medio de la
diversificación. A simple vista podemos pensar que estos perros de la guerra
están a su lado, pero no precisamente. De acuerdo con resultados empÃricos,
muchos instrumentos de inversión colectiva no obtienen una rentabilidad
aceptable para el inversor. Como los mercenarios cambian de bando a
conveniencia, los fondos en términos generales, sus resultados son malos, sus
comisiones altas y su gestión, defectuosa.
Debemos escoger a
los buenos fondos de inversión, que sean leales y fieles a su causa. Que
permita hacer crecer nuestra rentabilidad, diversificar y retrasar el pago de
impuestos. “Recuerde siempre que Hacienda huele el papel moneda como los tiburones
huelen la sangre”
Los intermediarios
financieros, el inversor que compra directamente un
activo, opera a través de los brókeres. El bróker es otro mercenario nefasto
pero necesario.
Al bróker le gusta
la hiperactividad, la cual, es enemiga de la rentabilidad. Su objetivo es
obtener comisiones y pretende beneficiarse de sus movimientos.
La ventaja esta en
la disciplina, autocontrol y la pereza, son muchos más económicas que el movimiento.
El inversor debe actuar con un perfil bajo. Se trata de minimizar al máximo el
movimiento, pues quien se mueve no sale en la foto… en la foto de la rentabilidad.
Bancos, instituciones
e intermediarios financieros, son los mercenarios, perros de la guerra, los que
hacen la guerra sucia y en donde el inversor debe asignarle a cada uno el papel
que mejor se acomode a su interés. Amistad con el banco, selectividad con la
industria de fondos de inversión y pereza con el bróker.
PRIMER ALTO EN
LA OFENSIVA. LA FRIENDZONE Y LA BITCHZONE BANCARIAS
El banco pude ser
un buen amigo. Gestiona la cuenta corriente, proporciona tarjetas de créditos y
debito, un buen intermediario eficiente y eficaz. Pero, no es el lugar en donde
se pueda gestionar rentabilidad con nuestros ahorros.
¿Cuánto le paga el
banco por un depósito a un año? ¿Cuánto le pide por un crédito personal de
consumo durante el mismo periodo de tiempo? ¿Se parecen en algo las cifras?
El banco no otorgará
rentabilidad a sus ahorros, debe buscar en otro lugar, abandone la nociva zona
de confort “bancaria” y busque otros peces en la piscina.
Conclusión:
Es un libro de
lectura rápida y entretenido, que me ha encantado como lector, y es un buen
manual para el ahorrador/inversor común que busca obtener una rentabilidad de
sus ahorros y lograr una libertad financiera.
Si al leer el resumen
de los primeros 3 capÃtulos del libro aun te quedan dudas, comparto el
siguiente enlace con una presentación de los autores en Value School.